Me presento de una forma anónima. Basta con indicar que soy investigadora con doctorado en Europa y post doctorado en Canadá, por lo que me he preparado para tener una visión objetiva de los hechos. Esta investigación personal y no científica, me pareció difícil porque siempre me gustaron los animales.
Me vino picando qué se busca realmente con la tauromaquia y cuál es su esencia, con el fin de crear sano debate. Lo que despertó mi interés fue la renovada lucha antitaurina que, curiosamente, terminó con el nombramiento de este evento como Patrimonio de España. Como mujer de ciencia, quise que mi experiencia sea directa, por lo que decidí reunir puntos de vista de ambos lados, y aunque muy reacia por el temor a lo que viviría, decidí ir a la plaza de toros de mi país natal.
Lo primero ¿Es la tauromaquia arte y cultura? Si. El Diccionario de la Real Academia es bien claro con sus definiciones. Hay artes y culturas positivas y artes y culturas negativas No tengo nada más que decir.
Mi contacto inició con los antitaurinos. Me tomé con que algunos individuos de este grupo eran bastante violentos. Realizan actos vulgares como protestas e incluso llegan a la violencia directa con insultos y daño contra los taurinos. Basta entrar a alguna página de Facebook pro-tauromaquia para ver los comentarios de los antitaurinos y ver a lo que refiero. Me sentí muy mal al ver cómo muchos antitaurinos desean la muerte del torero, incluso de toreros niños. No son todos, pero son representativos. Por otro lado, la mayoría de los antitaurinos habla de los derechos de los animales, algo que no tiene pies ni cabeza desde una perspectiva jurídica.
Con respecto a la carne, me sorprendí al enterarme que la carne de toro se consume después de la lidia. Los libros y papers que leí indican que la carne de estos toros es exquisita. Según mis contactos carniceros de la plaza de Madrid, efectivamente, la crianza del toro hace que su carne sea muy buena, pero, y es algo que aparece en las publicaciones, si no se lidia bien, se puede estropear. La muestra que degusté estuvo agradable. No tengo nada más que decir con respecto a la vida de lujo que llevan los toros bravos en España, pero esta vida de lujo en tierras Ibéricas no es exactamente la misma en Latinoamérica.
También me fijé que los taurinos se jactan de ser ecológicos y afriman que sin tauromaquia se perdería un ecosistema único como es la dehesa (donde viven los toros). Pero en Latioamérica se han perdido hectáreas de bosque tropical para este ganado. Los taurinos también apelan a que, sin lidia, el toro se extinguiría. Su población efectivamente disminuiría enormemente, pero sobrevivirían ejemplares de "museo". Por supuesto, las consecuencias económicas serían considerables.
Con respecto a la violencia. Los estudios de la Universidad Politécnica de Madrid evidencian que los niños taurinos son perfectamente normales (muestra: 700 niños). Los niños no se vuelven locos por efecto de la tauromaquia. Considero que el fútbol genera mucha más violencia.
Con respecto al sufrimiento. El toro de lidia siente menos dolor que otros animales por su naturaleza brava. Como demuestran los vídeos en Youtube (yo no me baso en vídeos, sino en experiencia de campo), el toro recién nacido, embiste y los adultos luchan entre ellos. Efectivamente, su naturaleza es de pelea. Solo he visto un vídeo en el que un toro supuestamente de lidia es acariciado como animal doméstico.
El día que me tocó ir a la Plaza experimenté sentimientos encontrados. Tenía miedo de vivir la peor experiencia de mi vida, pero tenía curiosidad. Almorcé en un restaurante que contaba con buses para ir a la Plaza. La gente me pareció completamente normal. De hecho, las conversaciones giraron con respecto a las Guerras Mundiales y a temas muy cultos, no me parecía para nada gente ignorante. El caballero que estaba a mi lado me empezó a hablarme sobre los grandes artistas y pensadores aficionados a los toros. Dalí, Picaso, Welles, Hemmingway, Mario Vargas Llosa, de acuerdo con que fueron grandes figuras, ¿Eso basta? Lo dejo a criterio.
Mi contacto me llevó encubierta a los corrales de los toros. Vi que a estos se les limaban las astas y se les mantenían junto a toros mansos. Los toros sienten estrés bajo estas condiciones de encierro ya que toda su vida han estado en el campo. Más adelante, cuando inició el evento, el primer toro estaba cojo. El público protestó y cambiaron de toro. En base a esto y otras fuentes, concluyo que es falso que al toro le lastiman antes de que salga para que sea más bravo.
El castigo me pareció duro, pero se trata de una bestia de media tonelada, cuya perdida de sangre es baja en relación a su tamaño. El toro parece inmutado ante el castigo. Vi que la gente no disfruta con el dolor, incluso muchos se van cuando toda la muerte del toro.La gente gusta de las suertes y el peligro...el peligro del torero es real. Por otro lado, cuando se le cosen las heridas al toro indultado no hay mayor problema para que viva el resto de su vida como un semental. Sin embargo, el ratio de indultos es bajo y no todos los toros lidiados son bravos. Desafortunadamente, y como lo indica el mismo Savater en Tauroética, existen empresas que utilizan todos no bravos para la lidia y los taurinos exigentes protestan ante esto. También me llamó la atención cómo el mayor disfrute para el aficionado se da cuando se indulta a la bestia.
Conclusiones. Ahora sé que los taurinos son personas normales, solo que consideran que las personas no son iguales a los animales y que la mejor muerte del toro es en la arena. En esencia, el debate taurinos vs antitaurinos es un tema de valores. Por otro lado, yo misma preferiría esta muerte en la lidia a ser degollada lentamente y sufrir desde el nacimiento como la res común. No volveré a ver este espectáculo, solo espero que se realicen más investigaciones científicas y espero que el debate sea mucho más alturado.
¿Qué opinas al respecto? Te pido mesura y objetividad en tus comentarios.
Saludos